El baloncesto es uno de los deportes más demandados por la población con diversidad funcional. Comenzó a implantarse para rehabilitar a los soldados estadounidenses heridos durante la II Guerra Mundial, pero su popularidad se extendió rápidamente por todo el mundo. En la actualidad se practica en más de 80 países.
Es fácil comprobar por qué. Además de ser muy dinámico, es uno de los deportes de equipo más divertidos que hay. Y no sólo para sus jugadores, también para el público que corea emocionado desde la grada. Otra razón es que es altamente competitivo, pero al mismo tiempo saca lo mejor de los jugadores. En tercer lugar, es muy accesible y fácil de jugar. Sólo hace falta una pelota y algo donde encestarla. Se juega en la calle, en los parques, en el patio del colegio. Cinco contra cinco, tres contra tres y el que más físico requiere, el uno contra uno. Todo el mundo juega al baloncesto.